Creo que fue en la infancia, defnitivamente, cuando tenía algo así como 11 años, cuando entendí que no tenía nada que hacer buscando un lugar en el futbol como jugador profesional. Estaba en mi clase de educación física en 6° de primaria y sentí un fuerte dolor en ambas rodillas. No pude correr más. Lesión que me obligó a quedarme en cama durante un més entero, y eso para un niño de 11 años es uan tortura que podría denunciarse al Tribunal de la Haya como crimen de Lesa Humanidad.

Si ya en ese tierno entonces mis sueños se estaban cayendo a pedazos, en ese preciso instante supe que entraba en mi primera crisis existencial y ahora eso mezclado con la entrada de la adolescencia me rompía la madre de formas inexplicables. La duda, por primera vez se cirnió en mi vida. ¿Qué haría si no sabía hacer otra cosa?

Mi pasión por el mar me indicaba que la elección debería ser la Biología Marina, pero la exiastencia de un par de conocidos titulados en eso y férreos desempleados me desilusionaron. Una opción menos. Como casi todos los niños pensé que ser 'como mi papá' podría representar alguna opción pero tambien desistí puesto que mi fuerte conflicto con las operaciones matemáticas me hizo abandonar esperanza de convertirme en Ingeniero Civil. La nada se esparcía en mi vida de una forma peligrosa.

Aproximadamente a los 13 años descubrí el placer de la lectura. y con eso un nuevo panorama. La esperanza habia llegado. Entre el dolor y la nada, elegí el dolor.