Veracruz y el descenso: Llanto en el lugar de la fiesta.
El descenso de los Tiburones Rojos de Veracruz no puede sino hacerme sentir triste. Conozco ese ese estadio de futbol desde que era un niño. Mi familia, proveniente de el Bello Puerto, consciente de mi amor por el futbol siempre procuró que cuando los visitaba conseguir boletos para ver cualquier partido porfesional en esa cancha. Ubicada junto a otro histórico inmueble deportivo; el Estadio Beto Ávila de Beisbol, casa de Los Rojos del Águila de Veracruz; tiene la particularidad de que por un lado del coloso, en la parte más alta de éste, se vea en su extensión la bahia de Veracruz y del otro la gran marcha urbana en que se ha convertido uniendo a los municipios de Heróica Veracruz, Boca del Río, Medellin y Alvarado, logrando un par de bellas postales en ambos casos.
Estas imágenes fueron tomadas por mi mismo en ele estadio el día 1° de febrero dunate el duelo Veracruz-Santos que terminó en empate a un gol por bando. Ultimo que vería en esta época del Tiburón.
Sea como sea, habrá que esperar un milagro. La extraña combinación necesaria para que, jugando una promoción, el equipo no pierda la categoría o esperar mínimo un año para que con las reglas del juego los Rojos regresen a la máxima categoría.
Falta de compromiso, errores directivos del Gobierno del Estado de Veracruz y la contratación de Alberto de la Torre (o su empresa) como administradores del equipo fueron los grandes factores de este nuevo fracaso. Pero lamentarse está de más.Me quedo con la ultima sonrisa que tuve ese día esperando volver apra ver a un Tiburón que le responda a esa bella afición que no deja de cantar y bailar. Esa afición que fabricaba un carnaval cada viernes por la noche para alentar a su equipo.
Estas imágenes fueron tomadas por mi mismo en ele estadio el día 1° de febrero dunate el duelo Veracruz-Santos que terminó en empate a un gol por bando. Ultimo que vería en esta época del Tiburón.
Sea como sea, habrá que esperar un milagro. La extraña combinación necesaria para que, jugando una promoción, el equipo no pierda la categoría o esperar mínimo un año para que con las reglas del juego los Rojos regresen a la máxima categoría.
Falta de compromiso, errores directivos del Gobierno del Estado de Veracruz y la contratación de Alberto de la Torre (o su empresa) como administradores del equipo fueron los grandes factores de este nuevo fracaso. Pero lamentarse está de más.Me quedo con la ultima sonrisa que tuve ese día esperando volver apra ver a un Tiburón que le responda a esa bella afición que no deja de cantar y bailar. Esa afición que fabricaba un carnaval cada viernes por la noche para alentar a su equipo.