DÍA 1
Les Luthiers
Los viajes son siempre un enigma. A pesar de que uno vaya a un lugar que ya conoce, de una u otra forma nunca se sabe lo que se va a encontrar allá, en nuestro destino. Escribo esto 10 horas antes de que mi avión tome pista para dejarme en un lugar conocido: Veracruz. Mi hermoso puerto.
Pero, como lo dije antes, siempre hay diferencias. Esta vez viajaré en avión. Es la primera vez que lo hago y no puedo evitar sentirme emocionado y nervioso de algún modo. Para muchos se dice fácil pensar en solo subirse a un enorme aparato metálico que con todas sus toneladas se eleve por los aires liegro como un pájaro. Pero cuando a eso se le pone números las cosas cambian. Maldigo la hora en que me decidí a ser preiodista. Ese es el instante en que tu vida se convierte en un mundo de datos:
- · Peso de un avión comercial: 43 mil 90 kilogramos.
- · Altura que una aeronave toma: 3 mil o 4 mil pies (10 mil metros aprox)
- · Probabilidades de tener un accidente aereo: 1 entre 5 millones.
- · Probabilidades de sobrevivir: 10%
Sin embargo, y siguendo con la estadística, volar increiblemente es 21 veces más seguro que viajar en auto, 18 veces más seguro que permanecer en casa, 10 que estar en el trabajo y es 6 veces más probable que un amigo o familiar lo asesine a uno que morir en un avion. Esta vez no pude librarme de esto como me libre de hacer el servicio militar.
Tengo por cábala (término muy futbolero para llamarle a las supersticiones) despedirme de toda la gente que es muy especial en mi vida: gracias Cinthia y Manuel, gracias a Luis y Mariana y gracias a Flor, que son aquellos a los que este viaje y estas notas van dedicados.
A su salud.
El carnaval me espera en el puerto jarocho.