300: PRUEBA SUPERADA
Plantón. Mi cita de esta tarde me dejo plantado de nuevo. Sospecho que soy un idiota, han sido ya cuatro ocasiones y regresando de las vacaciones tenemos arreglada otra “cita”. Como sea me decidí a entrar al cine, ¿opciones? Solo una: 300; una adaptación más de algún comic de Frank Miller, genio creador de Sin City la cual fue llevada al celuloide de muy buena manera por el director chicano Robert Rodríguez. Según mi amigo Benjamín León (chequen su artículo en este numero) 300 debe considerarse una de las mejores adaptaciones cinematográficas de la narrativa visual junto al Hellboy de Guillermo del Toro, a la mencionada Sin City y a los Batmans de Tim Burton (1 y 2) y Ridley Scott (Batman Begins)
Miller tiene un estilo muy crudo en el comic y así le gusta ser llevado al cine. El genio es tan obsesivo que en la anterior ocasión, y esta con Zack Znyder como realizador, estuvo presente en cada una de las etapas de la producción.
Yo quería ver sangre tras la decepción semanal programada y no me fui decepcionado, los efectos especiales que esta película tiene no dejan de ser espectaculares por ser discretos, la tecnología Eye Vision es usada para dar elementos 3D a cada una de las escenas, los escenarios en un 70% digitales casi no se notan, y además esa escenografía minimalista le da un toque genial a la ambientación.
El drama puro es llevado a muy buen puerto por los actores que no son las grandes figuras hollywoodenses pero humanizan a las leyendas como Leónidas que no es un galán pero está m@m@dísimo y no nos quedamos con la imagen dulce y ensoñadora como la del Aquiles de Troya que hubiese cambiado sus triunfos guerreros por ser tan guapo como Brad Pitt, o el pusilánime Paris que jamás pudo soñar con ser Orlando Bloom, así ni la mismísima Helena le hubiera negado “aquellito”. Hablando de esos temas, la escena de sexo entre Leonidas y su bella mujer es de un calibre enorme, es sexy, erótica, elegante y seguro la naturaleza hará su trabajo cuando la vean. (Demonios, ojalá no me hubieran plantado)
¡Esa es mujer, no como la que me dejó plantado! Fue mi expresión al revisar los diálogos que son milimétricamente calculados en el guión. Me explico: Un mensajero del inefable Jerjes le reclama a Leonidas la intromisión de su mujer, por el simple hecho de ser mujer, en los asuntos de Esparta, a lo que ella contesta simplemente: “porque solo las mujeres espartanas damos a luz a verdaderos hombres” Ay Güey.
Conmovedor.